lunes, 3 de octubre de 2011

SOLTERA AUN A LOS 30…
Una realidad en la que me encuentro en la actualidad a mis 33 años, una realidad que choca a mis oídos, y no solo a mí, existe una gran cantidad de mujeres que bordean los treinta y aún siguen solteras, y digo “solteras” no solo con respecto al  matrimonio, sino que aún no conocen a un hombre que valga la pena como para establecer una relación. Y cuando digo es que no tengo novio, surge la famosa y dolorosa pregunta: ¿por qué?- Ay Diosssss- pues a esa pregunta les respondo continuamente: “es que no consigo”, y no es mentira, no consigo, y no se acerca nada, pero es nada; cuando digo nada me refiero a que aquellos que se acercan son el prototipo de hombre que en líneas generales solo busca una cosa y casi siempre son casados y ahí es cunado digo Mejor sola que mal acompañada, ese es el lema de muchas como yo. La mujer se demuestra segura y suficiente consigo misma y dicha espera la llegada del príncipe azul pudiese más bien aparecer el príncipe gris. Si no llega no importa, pero, la verdad es que está ansiosa porque lo haga.
           Yo en mis 20 tenia pretendientes, enamorados, stockers, novios, fanáticos etc, me perseguían y yo ni me daba cuenta que tenia tantos fans (de esto me entere hace unos meses atrás) como arroz picado, de los cuales con los que tuve relación de noviazgo tenían ese algo en ellos que no me convencían como para tomar la decisión de compartir mi vida y optaba por huir; pero al pasar el tiempo los años y ya cuando caes en los treinta los buenos y posibles candidatos corren se desaparecen.

Hace algunas décadas atrás, las mujeres de treinta y tantos que no estaban casadas simplemente eran catalogadas como solteronas. Para su círculo, esa mujer ya se había quedado sola e iba a dedicarse a vestir santos. A muchos hombres les complica iniciar una relación con una mujer de más de 30, por muchas razones (todas ellas absurdas y fatuas). Según explican los psicólogos, en algún artículo, “a esta edad es probable que ellas hayan cumplido muchos de sus sueños… Pero el de conseguir pareja, conforme pasa el tiempo, se les hace cada vez más difícil… La sociedad te impone que una mujer de 30 sin pareja es una mujer loca, conflictiva, grosera e inclusive rara”. Y en ese sentido, muchos hombres dicen que les asustan las mujeres que tienen más de 30, que viven solas, que tienen auto y profesión establecida, prefieren a una más joven que dependa de ellos material y emocionalmente, y si llegan a ser mujeres totalmente autónomas que sea gracias a ellos (si cómo no!!!)

 La interrogante que me planteo ¿Qué pasa conmigo? ¿Qué pasa yo como mujer? ¿Es que ya no soy material bueno como para establecer una relación de pareja? ¿Realmente hay pocos hombres o estoy cada vez más exigentes?

Pero en pocos años la cosa ha cambiado, en la actualidad hay muchísimas mujeres que a esa edad aún no se casan, ya sea porque han privilegiado una carrera profesional, porque optaron por no hacerlo, al minimizar el vínculo sagrado, dejaron de creer en los hombres (obviamente a raíz de un cúmulo de decepciones) o, más extraño aún, porque no ha llegado ningún hombre a su vida.

Así, entonces empiezas a planificar tu vida en singular, con un magíster,  viajes por el mundo, la compra de un apartamento, carro; entre muchas otras cosas. Tienes la vida tan armada sola que inconscientemente empiezas a alejar a los posibles candidatos de tu vida, ya que ese ser pudiese truncarte los planes o simplemente “ese” no te va aportar, ni te va ayudar en la consecución de tus metas. Por tanto “No me puedo comprometer con él porque me voy a estudiar a Francia”, es una frase típica , o "No puedo seguir en esta relación porq el no me va a eperar a que yo regrese de Chile". Lo queremos todo y pensamos que si estamos solas va a ser más rápido y fácil. Pero cuando estamos llegando a los treinta y tantos nos empezamos a desesperar, por querer llenar ese vacio extraño que sentimos, que es nuestra soledad. Pero los hombres nanai nanai, no aparecen!!!.

Lo peor es que si te pones en campaña cada vez que ves a un tipo cheverongo, ya no le miras los ojos o la sonrisa, sino que directo a la mano izquierda. Lo más probable, por no decir todos, ya tienen su anillo puesto hace rato.

¿Qué queremos? Un hombre que a esta edad sea soltero, culto, inteligente, sin hijos y con un trabajo estable un casi imposible. Definitivamente estamos esperando mucho de nuestro hombre, pero la verdad es que a medida que crecemos más exigentes nos ponemos, sobre todo, porque nosotras hemos logrado más cosas y esperamos conocer a un igual.
           En la espera de ese hombre especial inteligente, maravilloso, el cual me merezco, me entretendré con los trucutus, básicos y pocos inteligentes que se atraviesen en el camino!

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